El pasado 12 de mayo de 2015, investigadores de la Universidad VU de Ámsterdam hicieron pública una base de datos de los fallecidos en las fronteras de la cuenca del Mediterraneo. Esta base de datos ha sido elaborada a partir de documentos oficiales de defunción de los inmigrantes que han perdido la vida en la frontera sur de Europa entre los años 1990 y 2013. Los investigadores proponen que los Estados europeos continúen la recolección de esta información bajo la supervisión de un nuevo Observatorio Europeo de Defunción de Inmigrantes, el cual debería formar parte del Consejo de Europa. El Observatorio Europeo de Defunción de Inmigrantes puede alcanzar dos objetivos:
1. La adaptación de políticas de inmigración europeas para conseguir que menos personas mueran en la frontera.
La respuesta política europea al gran número de muertes de inmigrantes está caracterizada por una estrechez de miras. Alrededor de los últimos 25 años, el combate contra la inmigración irregular se ha intensificado y, al mismo tiempo, el número de personas fallecidas ha aumentado. “Estos dos incrementos pueden estar relacionados: el aumento en el número de muertes puede ser en parte un efecto colateral no intencionado de las políticas europeas”, expresa el profesor Thomas Spijkerboer. El Observatorio Europeo de Defunción de Inmigrantes puede recoger información de los inmigrantes fallecidos y evaluar el impacto de las políticas europeas, dando lugar a la formulación de políticas basadas en pruebas.
2. La identificación de más personas Menos de la mitad de los inmigrantes están identificados.
La identificación de los inmigrantes actualmente es un proceso complicado. El hecho de que las autoridades locales tengan éxito en este proceso depende de factores como la casualidad, el esfuerzo que llevan a cabo y el conocimiento y habilidades que poseen. “Las autoridades locales a lo largo de las fronteras externas de la UE han sido dejadas a su suerte a la hora de tratar con aquellos que mueren intentando cruzar y no cuentan con asistencia o supervisión nacional o europea”, expresa Tamara Last. La identificación de los inmigrantes fallecidos es crucial para la dignidad de las personas y sus familiares. La base de datos muestra que el porcentaje de inmigrantes que han sido identificados difiere drásticamente entre diferentes lugares y períodos. El Observatorio Europeo de Defunción de Inmigrantes puede desarrollar procedimientos efectivos para la correcta identificación del inmigrante, lo cual podría ser de una gran ayuda para las autoridades locales que trabajan en zonas fronterizas.
La base de datos contiene información individualizada de 3.188 personas que han fallecido intentando alcanzar los países del sur de la UE, desde los Balcanes, Oriente Medio y África, y cuyos cuerpos han sido encontrados en Europa o traídos hasta aquí. Esta base de datos es única porque incluye -cuando es conocida- información del lugar y el día de la muerte, la causa del fallecimiento, el sexo, la edad, el país de origen y si estas personas han sido identificadas o no.
A lo largo del pasado año, 13 investigadores han visitado 563 registros civiles en España, Italia, Grecia, Malta y Gibraltar, recogiendo información procedente de certificados de defunción. “Esta base de datos pone de manifiesto la indiferencia de los Estados europeos durante las últimas décadas. Tenían esta información todo el tiempo, pero fallaron a la hora de recolectarla”, explica Thomas Spijkerboer.