Taxibol, de Tommaso Santambrogio se hizo con el Premio MICE a la Mejor Película en la sección Internacional de la 19ª edición de la Mostra Internacional de Cinema Etnográfico Museo do Pobo Galego. Un galardón que el cineasta italiano agradeció a través de un vídeo en el que expresó el orgullo de hacerse con un premio «en un festival de cine etnográfico que se enfoca tanto sobre la postura antropológica en el cine».
El jurado destacó de la película que es una “propuesta impactante y estéticamente portentosa, que explora los límites entre la ficción y la no ficción” y que establece una contraposición “entre un diálogo íntimo, que trasciende las barreras lingüísticas y culturales, y el retrato sutil de relaciones cotidianas en las que persisten la violencia, el pasado colonial y dinámicas de poder”. Entregó el premio, dotado con 1000 euros y trofeo, Concha Losada, presidenta del Patronato del Museo do Pobo Galego, en una gala celebrada este mediodía en el Auditorio del Museo do Pobo Galego, conducido por la actriz y creadora Carlota Mosquera.
Un acto, en el que participaron representantes institucionales, organización y profesionales del ámbito cultural, e el que tomó la palabra la directora de la MICE, Ana Estévez, para agradecer la participación y el trabajo de todo el equipo y cineastas que participaron en esta 19ª edición.
El jurado, formado por Catherine Barbour, jefa del Departamento de Estudios Hispánicos de Trinity College Dublin (Irlanda); Adriana Páramo, cineasta y fundadora del Galician Film Forum en Londres; y Eloy Domínguez Serén, cineasta y profesor; otorgó también una Mención Especial a Flotacija, de Eluned Zoe Aiano y Alesandra Tatić. Una película que, en palabras del jurado, “nos hace convivir de manera próxima, empática y respetuosa con una familia minera en lucha” y que conjuga en el mismo retrato “las complejidades de una comunidad serbia minoritaria, la masculinidad y las relaciones intergeneracionales”.
El Premio MICE a la Mejor Película Gallega fue para Habitar, un cortometraje de Anxos Fazáns que el jurado describió como “creativa y luminosa” que “a través de una narrativa no convencional, ofrece una perspectiva lúcida y contribuye a la visibilidad de las experiencias de personas transgénero y no binarias”. Entregó el premio, dotado con 800 euros y trofeo, Goretti Sanmartín, alcaldesa de Santiago de Compostela. La cineasta agradeció el premio y apuntó su deseo de un «audiovisual gallego libre y diverso y por seguir construyendo esos espacios abiertos de oportunidades para todas las personas».
El Premio AGANTRO a la Excelencia Antropológica recayó en El signo vacío, de Kathryn Ramey. El jurado de la Asociación Galega de Antropoloxía destacó el “excelente trabajo de composición y edición” con que la directora “crea un verdadero manual de estilo para el trabajo de campo en la descripción etnográfica”.
El Premio CREA, entregado por Adriana Páramo, en representación de la Asociación Galega de Profesionais da Dirección e Realización fue para el filme La Revolución (es) Probable, de María Ruido, Paula Barreiro-López y Lee Douglas. El jurado valoró de la película que «a través de un labor de montaje virtuoso y de un material de archivo extraordinario” reflexiona sobre la memoria audiovisual de una revolución muy cercana, de la que se celebra este año el cincuenta aniversario, ante el ascenso de la extrema derecha en el parlamento portugués.
El Premio del Público, que entregó la diputada de Cultura de A Coruña, Natividade González, fue para la película 12 de maio de 1937, de Mar Caldas, un filme sobre el fusilamento, durante la guerra civil española, del abuelo de la cineasta, José Caldas, sindicalista y concejal socialista.
