Un mirada del ser femenino en el barrio de San Martín Malinalco

Las sociedades son atravesadas por grandes movimientos mundiales como las guerras, el hambre, los efectos de la globalización y otros. Los límites y las fronteras se vuelven porosos y rompen con la rigidez que les caracterizaba antes; entonces surgen los intercambios, las diásporas internacionales, asociaciones trasnacionales, la re localización y en algunos casos, el retorno a lo llamado autóctono como medida preventiva para fomentar un sentido de seguridad.

Hoy en día, lo local se relaciona directamente con fenómenos globales y la peculiaridad consiste en cómo cada comunidad y género responde de manera diferente, produciendo un abanico de distintas soluciones a un mundo cada vez más interrelacionado.

En este contexto, las mujeres son parte de la transformación cultural, económica y política que vivimos, actúan en contraste con lo culturalmente establecido, a través de su inclusión en espacios que no les eran permitidos tales como el mercado de trabajo y niveles educativos superiores.

El barrio de San Martín es una zona rural, la población masculina se dedica al campo y las mujeres a la venta de tortillas. Son ocho barrios los que componen la cabecera municipal y sus ingresos los consiguen principalmente por medio del turismo (atendiendo restaurantes, hoteles, cuidando las casas de avecindados y trabajando dentro de un club de golf).

San Martín ha mantenido hasta la fecha sus usos y costumbres que dificultan la transformación de lo tradicional; sin embargo, las jóvenes ya la han iniciado no sólo en el barrio, sino también en el pueblo.