Comida, diversidad y política agroalimentaria

La diversidad alimentaria es la expresión de la diversidad ambiental y cultural. Esta se rige por un proceso de producción y acceso a su consumo cotidiano, donde entre el 40 y el 60% de los alimentos que llegan a los ciudadanos por medio de los puntos de venta en las localidades y ciudades, son producidos por campesinos y pequeño productores rurales.

La plaza o mercado es el lugar de acopio y venta, facilitando la distribución de los alimentos agrícolas y ganaderos entre la población con un óptimo equilibrio de un buen precio y la alta calidad del producto fresco, beneficiando a los consumidores urbanos que no tienen las posibilidad de comprar los productos directamente a los campesinos.

La diversidad alimentaria de los mercados se caracteriza por los múltiples ingredientes y alimentos que puede ofrecer a la dieta y la cocina tradicional colombiana, junto a otros bienes alimentarios importados de otros países.

La importación de productos alimentarios produce una transformación y reducción en la diversidad alimentaria, debido a los cambios en los hábitos y costumbres en la alimentación. Esta transformación tiene un impacto social y económico en la producción de los campesinos, que ven como sus productos son desplazados por alimentos de importación, además de haber perdido diversos beneficios estatales que les defendían ante los mercados globales y antes los cuales actualmente se encuentran indefensos.