Durante el Basant, la principal actividad es el despegue de miles de cometas de papel, convirtiéndose en los protagonistas de la fiesta. Los hombres, tanto los pequeños como los adultos, construyen ellos mismos o compran las cometas de papel de todos los tamaños, colores y formas, que harán volar desde los terrados de las casas. Pero la principal característica del Basant de Lahore, son las improvisadas competiciones entre cometas que se organizan. Las cometas del Basant son guerreros que luchan por el control de un trozo de cielo. El arma de las cometas es el “maanjha”, el hilo preparado con una pasta de arroz y fragmentos de vidrio pegados para ser el arma que cortará el hilo de la cometa más próxima. Cada éxito, cada rotura del hilo de un enemigo, es celebrado con el grito de “bo-kata”, la danza Bhranga y el sonido de los tambores.

A pesar del éxito absoluto de participación, la fiesta no cuenta con el beneplácito de las autoridades religiosas islámicas, que la ven como una fiesta pagana originaria de países hindúes. Además, la consideran una fiesta que propaga los valores occidentales. Según ellos una buena prueba de ello es el hecho de que, aprovechando la popularidad de las competiciones, muchas grandes multinacionales se han sumado a las celebraciones, regalando cometas con publicidad de sus marcas.

Este año la fiesta se ensombrece por la televisión y la prensa, llenas de noticias sobre los accidentes mortales, que como cada año, ocurren durante los días del Basant: motoristas accidentados con los restos de los hilos que acaban colgando entre calle y calle, heridos por las balas perdidas que se disparan al aire para celebrar el corte de la cometa vecina. Niños persiguiendo una cometa se electrocutan o caen de una terraza, cortes constantes de luz ya que los hilos de las cometas provocan averías en la caótica red eléctrica de la ciudad. Lahore tiene más de nueve millones de personas y durante las semanas que se vive la preparación de la fiesta Basant, cada año, mueren unas nueve personas.

Estos hechos llevan al gobierno a dudar entre prohibir o no la fiesta. Si la prohíbe haría callar a la oposición y a sus medios afines que le acusan de no tener en cuenta las víctimas y mano dura con aquellos que fabrican el hilo ilegal, celebrando con altos riesgos la fiesta. Pero por el contrario, provocaría un gran descontento y una grave crisis económica a la numerosa cantidad de gente que vive del negocio de la fiesta.

Ficha

Dirección

Andrés Antebi, José González Morandi, Pablo González, Eva Serrats

Año

2007

Duración

60 min

País

Pakistan

Lenguaje

castellano, inglés, urdú

Subtítulos

inglés

Investigación

Etnografía

Andrés Antebi, Pablo González

Institución

Universitat de Barcelona